Mucha gente habla de Montessori, parece que está de moda. Y en cuanto se conoce un poquito son muchas la maestras que quieren aplicarlo en su aula.
Esta es la típica pregunta en los cursos, cuando introducimos un poco el tema, ven presentaciones y hablamos de que muchas son individuales o en pequeños grupos: “¿Pero cómo se hace esto con 25 niños?¿Cómo empezamos en nuestras aulas?”
Esa es la dificultad, una cosa es crear una escuela Montessori con todos sus espacios, materiales y una guía formada, y otra es transformar un aula de la escuela pública.
Hay varias claves muy importantes a tener en cuenta:
1- DISEÑO DE ESPACIOS Y NORMAS
A este diseño le dedicamos un tiempo importante ( yo le he dedicado hasta 2 semanas a jornada completa), pero posteriormente es lo que nos dará tranquilidad.
Este diseño debe partir de las necesidades de los niños. Lo primero es pensar cómo van usar los niños este espacio; cómo entran, dónde dejan sus cosas, si comen dentro o fuera y cómo lo van a hacer, si hay algún momento común, donde dejan sus trabajos, etc.. este post os da 3 claves sobre este tema. Esta fase, aunque solo es mental, es fundamental hacerla y dedicarle todo el tiempo que haga falta.
Y una vez que todo eso está bien pensado se pasa a la fase de diseñar y crear el espacio en sí. Colocando cada rincón, con estanterías y materiales accesibles a los niños. Hay algo muy importante en este momento: “ Que esté todo lo necesario, y nada prescindible” ( a mi es algo que me ha ayudado mucho, ya que solíamos acumular demasiado que ni conocíamos. Cada material que pongamos lo debemos conocer, y tenerlo completo, para que puedan hacer la actividad de principio a fin.
Pero no solo es un espacio físico, sino todas sus normas y la vida práctica. Esto es fundamental tenerlo claro antes de empezar con los niños, cuales son las normas del espacio, cómo llaman al adulto, qué hacen si se les cae algo, etc…
2- PUESTA EN MARCHA CON LOS NIÑOS
Este es un momento clave, ya que según cómo empecemos con ellos puede funcionar o ser un caos absoluto.
Por eso es muy importante los primeros días presentar el espacio y sus normas, contárselo a los niños ( que es algo que se nos suele olvidar). De esta manera lo hicimos cuando comenzamos en la ludoteca y funcionó muy bien, pero cada cual lo debe hacer en función de su realidad.
Las primeras semanas, incluso meses, nuestro objetivo debe ser mantener el ambiente tranquilo y relajado, y que poco a poco vayan ganando autonomía en las normas y vida práctica del espacio ya que una vez tengamos esto podremos ir introduciendo mas materiales, presentaciones, etc… toda nuestra fuerza debe estar ahí, y por eso hay que ser humilde y medir nuestras fuerzas; ya que es mas interesante abarcar menos pero que se consiga este ambiente relajado, que por querer abarcar mucho no llegar a nada.
Es muy importante darse cuenta que para conseguir este ambiente relajado, si los niños encuentran actividades y retos a su nivel, se conseguirá mucho antes. Sin embargo si no tienen nada que hacer es muy fácil que haya conflictos. Por eso es tan importante que en el diseño del espacio se cree un espacio rico en propuestas… porque la actividad regula los conflictos también.
Por eso lo más inteligente es crear ambientes donde los niños ya sean autónomos y estén relajados (cada maestra lo sabrá, pero pueden ser manualidades, juegos, construcciones), para así poder ir introduciendo al resto diversos materiales y presentaciones.
Para estos primeros días, os recomiendo asesoría de alguna persona con experiencia o antes de esto visitar escuelas donde se esté haciendo algo parecido. Ya que hay muchas cosas que solo se pueden mostrar con el ejemplo. Sin esto es muy difícil que se comience de una manera adecuada… sobre todo porque esa parte de la observación es parte de la formación. ¡Cuanto más acompaño a proyectos a ponerlo en marcha más me doy cuenta de lo importante que es!
3- FORMACIÓN Y PREPARACIÓN DEL ADULTO
Y aunque esté el tercer punto, debería ser el primero, ya que debemos empezar por la formación para poder hacer cualquier cambio.
Pero lo pongo en este lugar para darnos cuenta que todo lo anterior será muy relativo según la formación que tengamos. Por mucho que nos guste un salón Montessori si no conocemos los materiales, sus uso, su día a día… es imposible que lo podamos poner en marcha.
Por eso hay que tener muchísima humildad con nosotras mismas. Darnos cuenta dónde estamos, qué conocemos, qué formación tenemos y en función de eso ponerlo en marcha… no hay otra manera. Conociendo además la realidad del centro donde estamos.
Conozco maestras que han empezado con un solo rincón, o con alguna sesión con material manipulativo… otras escuelas que han creado una sala de un solo área por donde pasan los niños ( incluso en los pasillos), o incluso escuelas que van transformando curso por curso creciendo con los niños… estas son decisiones que se deben ajustar a la realidad de cada una y del centro. Darnos cuenta que esto es un proceso largo, sabiendo a donde queremos llegar, pero caminando pasito a pasito, con la realidad que tenemos, la autonomía de los niños y nuestra propia experiencia.
Las que habéis hecho algún curso Montessori os habréis dado cuenta que esto es un tema muy profundo… que comezais el curso pensando que vais a conocer algunos materiales, pero que esto va mucho mas allá… que implica el cambio de mirada hacia la infacia... y que es una tranformación del adulto que se hace poco a poco. No es una formación que se puede recibir en un fin de semana… va poco a poco, como cualquier aprendizaje veradero tiene su tiempo, cuesta un esfuerzo, pero eso si con pasos firmes.
De esta misma manera se puede hacer la trans-formación… con tiempo, esfuerzo, pero con pasos firmes…
Un abrazo enorme a todas vosotras que estáis haciendo esa trans-formación personal, para hacer la trans-formación de la escuela..
Y cualquiera que quiera contarnos su experiencia el blog queda abierto...