Al hablar de educación, se habla mucho de los niños y los maestros. Pero la educación tiene tres patas; niños, maestros y familias. Y esta última, la familia es bien importante, muchos dirían que es lo principal.
Durante este viaje he conocido muchas maneras de organizar escuela, y de incluir a las familias. En todas pregunté sobre cómo es la relación con la familia, y aunque muchas dicen que es un trabajo difícil, todas coinciden en que la relación con la familia es fundamental.
Ahora estoy en Coatepec, en Morfo, un grupo de familias que deciden educar en casa, pero compartir las mañanas. Comenzaron como talleres para que los niños socialicen, pero como todo proyecto vivo se va transformando, según lo que se observa y las necesidades que hay, y ahora tienen un rato durante la mañana de trabajo Montessori y otro de talleres.
Durante mi mañana allí, conozco a Claunnia, entusiasta de la educación. Me cuenta varios proyectos en los que ha participado y su experiencia en la escuela pública. ” De 25 niñas y niños de mi clase, 19 eran hijos únicos de madres solteras. Y en general estas madres tenían la actitud de ‘puedo con todo’ y no pedían ayuda”. Ella pensó que se podía hacer algo, por un lado para que los niños y niñas tuvieran ‘hermanos’ con los que compartir y por otro, para apoyarse entre las madres. Así organiza que cada día de la semana, 6 niños se quedan en casa de con una mamá, y al día siguiente en otra; y así surge la tribu, en la que apoyarse, la tribu que apoya.
En su gran creatividad sigue dándole vueltas y pensando que la tribu puede apoyarse mutuamente en otro montón de cosas, para lo que crea una cuenta de Facebook, en la que poder pedir y compartir, en la que intercambiar. Cómo ejemplo cuenta que una vez hubo una embarazada a punto de dar a luz sola y en seguida surgieron 5 personas dispuestas a acompañarla y ayudarla.
No nos conocemos pero nos apoyamos.
Además con la misma idea de ser tribu, crea una revista digital con todos lo que estén interesados; con este mismo nombre: www.sertribu.com
Las redes de apoyo, el maternaje en colectivo y el interés por “el otro” son motivos que nos impulsan a pasar de lo individual a lo colectivo y solo así poder ser parte de una misma tribu.
Todos los seres humanos necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu pero en la actualidad y sobre todo en las grandes ciudades muchos nos hemos quedado sin tribu, vivimos en soledad esperando acompañamiento. Estamos a tiempo de detener el ritmo de vida agitado y dar paso a encuentros solidarios de crecimiento colectivo, lecturas que nos llenen el alma y consejos que nos hagan sentir que no estamos solos.