Reflexiones sobre educación desde India

La vida es cuestión de punto de vista, y esta foto me lo dejó claro.

Viajando por Anantapur con una grupo de españoles, vimos a varias mujeres trabajando en el campo. Esa imágen se podía ver desde muchos puntos de vista; sin duda desde el estético por lo colorido del paisaje, desde el laboral, desde el punto de vista de género, etc…pero el comentario de una de ellas fue: ” ¡Qué bien se agachan estas mujeres, se doblan desde la cadera!”, por supuesto la que lo dijo era fisioterapeuta, pero es algo en lo que yo ni siquiera me había fijado.

Así que cada uno vemos la vida desde nuestro propio prisma, nuestras propias gafas… la fisioterapeutas constantemente se fijaban en la postura corporal… algo que todos los demás no hacíamos… y mi prisma me lleva a ver en cualquier lugar EDUCACION.

Así ha sido mi viaje; un recorrido por la perspectiva amplia de la Educación; 5 semanas; 15 escuelas; y muchas muchas experiencias que me está costando transmitir.

Solo el viaje a la India, ya es una experiencia educativa; país de contrastes , de extremos, de mucha gente, colores y suciedad, de religiones e idiomas, comidas y culturas diversas… la India es un aprendizaje continuo, sobre todo por algo que se siente en el ambiente,en el estar de su gente, en la tranquilidad y espiritualidad interna… el aire y la energía es diferente en este país. Algo dificil de describir, que hay que vivir.

Y en las visitas a las escuelas he podido ver desde zonas con 80% de analfabetimo, y ver cómo el acceso a la escuela cambia sus vidas, hasta escuelas de élite… he visitado escuelas en un entorno natural maravilloso y la ciudad… metodologías varias: Montessori, Reggio Emilia, Krishnamurti, Free progress, etc… con niños desde infantil hasta secundaria.. con distintas organizaciones de aula, papel del adulto, metodología de trabajo, etc… he conocido escuelas, homeschoolers, y comunidades…

Ahora mismo siento que tengo el recorrido de” la escuela”; desde la necesidad de esta en regiones con mucho analfabetismo, hasta escuelas que quieren cambiar su visión, acercamiento y metodología, paso a paso , hasta escuelas lo más integrales, centradas en el niño y holísticas posibles.

Hay una historia que me llegó hasta el corazón. En la fundación Vicente Ferrer, una mujer que ahora lleva a su cargo 250 comunidades nos contaba:”Antes de que Ferrer llegara a la zona, hacia el 65, había un 80% de analfabetismo, porque no llevábamos a los niños a la escuela. Por un lado necesitábamos a los niños para trabajar y por otro al ser de castas bajas no les dejaban entrar por lo que tenían que asistir a clase desde fuera. Las mujeres no salíamos de casa; atendíamos a los hombre y niños, y solo si sobraba comida comíamos. Y los hombres trabajaban para el terrateniente, que les hacía firmar papeles que no sabían leer, que les endeudaba de por vida. Después gracias a la Fundación nos dimos cuenta que la educación es importante y ahora todos nuestros hijos van a la escuela, y esto ha supuesto un cambio en nuetras vidas”

En cuanto al día a día del aula; he podido ver cómo el cambio verdadero comienza con un cambio de mirada hacia la infancia y creando una buena relación con los niños. He estado en escuelas que la metodología era bastante tradicional, con libro, pizarra, etc. pero que había una muy bonita relación entre maestros y niños, y estos les hacían reflexionar, cuestionarse la vida, etc…

Pero efectivamente la dificultad que tiene trabajar de manera tradicional en grupo grande, con el maestro dando la lección, es que nunca se llega al ritmo e interés de todos; hay quien termina antes, quien termina después , quien le interesan otras cosas, etc. y esto es lo que puede generar distorsión en el aula.

Así varias de las escuelas que visité, buscaban alternativas para acercarse más a los niños; con organizaciones en pequeños grupos, talleres, etc… preparando espacios donde puedan trabajar de manera autónoma ( educación creadora, sala de bloques de madera, espacio de ciencias y juegos de lógica, etc) hasta crear una serie de tarjetas autocorrectivas donde pueden trabajar a su ritmo…

Y hay escuelas que han enriquecido esto tanto que podríamos ver la educación de manera integral, donde se incluye además de lo académico, las artes, lo espiritual, deportivo, etc… o las que trabajan con proyectos reales que los niños deciden y desarrollan; como cavar un estanque con sus propias manos para resolver un problema de agua o crear un horno para cerámica.

De esta manera el recorrido para pasar de una escuela tradicional a una más centrada en el niño; es primero cambiar la mirada del adulto que sea capaz de crear un buen vínculo con los niños, y poco a poco ir creando espacios con materiales que se adapten a los niños en intereses y ritmos.

Y mi viaje y recorrido por India comenzó en Bangalore; donde pude visitar dos escuelas Montessori: The Montessori school y the Earth school, donde me encantó el mimo con el que se cuidaban los espacios y materiales.

 

Ahí también pude visitar The atelier, una escuela de inspiracion Reggio Emilia, en la que me impresionó el espacio hecho con material reciclado de cartón, desde paredes, a mesas y estanterías.

Como llevo años leyendo a Krishnamurti, quise ver cómo se llevan sus ideas a la escuela, así que fui una semana a Sahayadri , en Pune. Además de disfrutar de un entorno maravilloso, fue toda una experiencia vivir en una escuela que es comunidad y todo lo que esto implica.

Y de allí a conocer la Fundación Vicente Ferrer, en la que me quedé impresionada de la labor que hacen a todos los niveles ( educación, sanidad, mujer, discapacidad, etc.) y me hubiera quedado más, sin duda. Allí también conocí a una sevillanas que crearon un proyecto para llevar un bibliobus a Anantapur, en una zona con un 85% de analfabetismo. Es un proyecto que quiero apoyar en alguna manera , además de que buscan voluntarios, por si alguien se anima a ir. Prometo post sobre la Fundación porque lo merece.

Y de allí a Auroville, una ciudad fundada en el año 1966 con apoyo de la ONU como un  lugar en una vida comunitaria internacional, donde hombres y mujeres aprendan a vivir en paz, armonía, más allá de todas las creencias, opiniones políticas y nacionalidades. Al conocer esto quise ver qué visión tenían sobre la educación, y cual fue mi sopresa que después de dos semanas allí visitando una escuela al día, no me dió tiempo a ver todo lo que hay. Pero esto también os lo contaré más despacio, ya que hay varias escuelas que me impresionaron e inspiraron mucho.

Para cerrar esta entrada, que continuará en otras, una frase de Vicente Ferrer:

“Sin una acción buena todo estaría vacío, incluso el corazón”

Así seguiremos caminando, por medio de acciones que nos llenen el corazón, sobre todo en EDUCACIÓN.

Gracias India y todas la personas que me han acompañado en este camino…

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